lunes, 29 de julio de 2013

El lenguaje del corazón y de la vida

Nos conecta con nuestras emociones y necesidades

 "Lo que busco en la vida es compasión, una corriente que fluya entre yo y los demás, basada en un mutuo dar de todo corazón"
Marshall B. Rosenberg

Cristina tiene dos hijos adolescentes, y se sentía angustiada debido a los constantes conflictos que tenía con ellos. No podía controlar su enojo cuando llegaba de trabajar y veía la ropa sucia de sus hijos en cualquier parte de la casa.
Cristina reaccionaba con gritos e insultos, los acusaba de “desagradecidos y desordenados”; y luego se sentía muy mal por ello.
Con su esposo le sucedía algo similar. Lo amenazaba si no respondía de la manera que ella esperaba que él lo hiciera.
Su angustia crecía; entonces, decidió pedir ayuda profesional.
Luego de un proceso muy profundo, Cristina aprendió una nueva manera de comunicarse que le aportó un gran crecimiento personal; y la hace sentir muy satisfecha actualmente.
Ella aprendió a re-conocer lo que sentía, a re-conocer sus necesidades, y a comunicarse efectivamente para satisfacerlas; respetándose a si misma y respetando a los otros también.
Sus vínculos mejoraron, transformándose en relaciones más sanas y maduras.
Cristina dice hoy:
-pasé de los gritos e insultos a comunicarme con mis hijos de esta manera:
“César, me molesta ver las medias sucias en el comedor… me gusta que las habitaciones de la casa que compartimos entre todos estén ordenadas…¿quieres hacer el favor de retirar las medias y meterlas en el lavarropas?” claro que no fue nada fácil… nos llevó tiempo a todos… pero nos cambió la vida!


Somos sujetos de necesidades
Los seres humanos somos sujetos de necesidades, y todas nuestras acciones están orientadas a satisfacerlas[1].
Y si observamos detenidamente, encontraremos maneras de comunicarse donde se utiliza el miedo, la culpa, la vergüenza, la acusación o las amenazas.
Es decir, se intenta satisfacer necesidades pero de una manera que hiere los vínculos, y así, los deteriora día a día.

Que satisfacemos a través de la comunicación
Marshall B. Rosenberg[2] desarrolló un modelo que nos ayuda a conectarnos con nuestras emociones y necesidades, a estar atentos cómo surge la violencia en nosotros, y descubrir cómo conectarse desde el corazón con uno mismo y con los demás. A este modelo lo llamó “Comunicación no violenta”.

Comunicarnos efectivamente
Es un modelo que busca que las personas se comuniquen entre sí de manera efectiva, que aprendan a expresar con claridad a partir de sus observaciones, sentimientos, necesidades y pedidos; de un modo que evite el lenguaje que juzga o manipula a los otros.

Implicará profundizar
Es una manera de comunicarnos que nos induce a profundizar, comenzando con nosotros mismos, conectándonos así con nuestra natural compasión humana.
Es un enfoque que puede aplicarse a todo vínculo, personas o grupos.

Estar despiertos y atentos
Ahora bien, ¿cómo lo hacemos?
Pues enfocando e iluminando estos cuatro aspectos:
1-Observamos qué ocurre realmente en una situación dada: ¿sirve para enriquecer nuestra vida o no?
Es importante describir el fenómeno, expresar claramente qué nos gusta y qué no, y sin emitir juicios en lo posible.
Es decir, nos entrenamos para despegar lo que percibimos, de los comentarios, opiniones, juicios y evaluaciones que tienden a adherirse inmediatamente a ello.

Conectar con nuestras necesidades
2- Luego investigamos Qué sentimos frente a lo que hemos observado: ¿nos sentimos enojados, ofendidos, asustados, alegres, divertidos, cansados, etc.?
En este paso, es importante re-conocer que nadie nos hace sentir lo que sentimos, sino que “despierta” sentimientos originados en nuestras propias necesidades o valores.
Practicando esta actitud vital vivimos con mayor responsabilidad, y comienza a debilitarse el hábito de culpar a otros por lo que nos pasa.

Y sentimientos
3-En tercer lugar veremos Qué necesidades subyacen a estos sentimientos que hemos descubierto.
Es importante reconocer que cuando experimentamos un fuerte dolor o enojo ante un mensaje que recibimos, necesitamos comprensión de otra persona, para aclararnos qué necesidades no satisfechas están implícitas en ese sentimiento de dolor o ira.
Recién cuando esto esté claro, podremos recuperar nuestra natural capacidad para recibir y escuchar al otro.

Y expresarnos claramente
4-Finalmente, tendremos que Pedir de manera clara aquello que necesitamos.
Entonces la esencia de la “Comunicación no violenta” es:
-Conectar y expresar honestamente y sin evaluar aquello que observamos, sentimos, necesitamos y pedimos (no exigimos) sin criticar ni culpabilizar.
-Escuchar, sin engancharse en juicios o demandas, los sentimientos y necesidades del otro.
-Una vez escuchadas plenamente las necesidades de todas las partes, buscar estrategias para satisfacerlas, de manera conjunta.

Un verdadero desafío
Como vemos, para practicar este estilo de comunicarnos para resolver un conflicto, abandonamos la idea de obtener que las personas hagan lo que uno quiere; y nos concentramos en crear las condiciones donde las necesidades de todos y cada uno, sean satisfechas.
Nada fácil de lograrlo, por cierto, pero sí un estilo lleno de vida, sensibilidad y posibilidad de transformación y crecimiento. Un verdadero desafío.

Síntesis
-Si nos comunicamos desde lo que observamos, sentimos y necesitamos, y desde ahí hacemos un pedido claro (no una exigencia) nuestro mensaje será recibido y tendremos más probabilidades de obtener aquello que buscamos para enriquecer nuestra vida.
-A su vez si escucho la expresión del otro desde este mismo punto de vista y conecto con sus observaciones, sentimientos, necesidades y pedidos, sin engancharme en sus juicios, probablemente me vea naturalmente inclinado a movilizar mis recursos para contribuir con su bienestar.

Para reflexionar

La espiritualidad nos ilumina el camino
Más allá de lo-que-está-bien y lo-que-está-mal
se extiende un campo,
en ese lugar nos encontraremos

Rumi, filósofo, poeta y místico persa (1207-1273)

Bibliografía
-Comunicación no violenta, Marshall B. Rosenberg (2000), Ediciones Urano, Balcelona España.

[1] Dr. en Psiquiatría Enrique Pichón Riviére, creador de la Escuela de Psicología Social en Argentina.
[2] Dr en psicología clínica, educador, y reconocido mediador en conflictos internacionales, y por el Centro para la Comunicación No Violenta.

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