viernes, 30 de agosto de 2019

El origen de la «culpa inconsciente» que compartimos todos

BY MARÍA GUADALUPE BUTTERA BLOG, NUESTRA VIDA EMOCIONAL

Es creer que nos separamos del Creador, creer haber asesinado a Dios.
UCDM nos señala que en lo profundo de nuestro inconsciente colectivo yace la culpacuya loca idea es haber asesinado a Dios, haber destruido la Unidad para obtener nuestra individualidad.
Si observamos en lo profundo de nuestro interior, podemos ver ese sentimiento de culpabilidad por algo en nuestra vida: «me siento culpable por…………………..»
Pues el ego proyecta esa culpa original de manera especifica en nosotros, por ejemplo: «he sido mala hija/o por eso mis hijos me odian ahora«.
Entonces, esa culpa compartida desde la mente inconsciente colectiva, ahora se ha proyectado afuera, en partes y de diferentes formas.
Desde esta culpa inconsciente, nos obstaculizamos nosotros mismos, la prosperidad en todos los aspectos de nuestra vida.
Pues no nos consideramos merecedores, ya sea de una pareja amorosa, una familia unida, bienestar, etc.
Mientras no nos volvamos conscientes de esa culpa inconsciente original que todos compartimos como esa parte de la mente «errada» (sistema del ego), seguiremos atrapados en el engaño, fabricando más dolor y mentiras. Pues a la par de esta culpa, emerge también, el miedo al castigo. 
UCDM nos recuerda que esa separación nunca ocurrió, que no es real, es una fantasía que el ego ha creado y desde donde proyectamos un mundo de diferencias, separación y muerte. ¿Es ese mundo el lugar donde realmente queremos vivir?. ¡Claro que no!
La única parte de tu mente que es real es la parte que aún te vincula con Dios. Cap 14, V, 1
¿Qué hacemos entonces?
☑Observamos cada vez que juzgamos a un otro/s, pues es una manera de proyectar la propia culpa inconsciente que no soportamos en nuestro interior.
☑Observar en qué nos sentimos culpables nosotros mismos.
☑Volvernos conscientes cada vez que esta información de culpa se active en nosotros, y entregarla al Espíritu Santo, esa parte pura que es nuestro verdadero Ser que conoce la Verdad de nuestra unidad eterna con el Creador.
Elegir de nuevo
En esta mirada consciente consiste el perdón que nos habla UCDM, como la práctica esencial para liberarnos del engaño y la locura que conlleva.
Entonces, cada vez que nos observemos juzgando a otro/s o juzgándonos a nosotros mismos, podemos elegir de nuevo, elegir recordar la verdad de nuestro Ser que es uno, y retornar al amor del Creador. Así vamos sanando y liberando, llevando la oscuridad a la Luz de la Verdad.
Contemplamos aquello que sentimos en nuestro interior
Si hay miedo, no hay amor. Si hay amor, no hay miedo.

«¿Cuál de esos dos mundos quieres ver?. La decisión es tuya.  Mas debes conocer la ley que rige toda visión y no dejar que tu mente la olvide: verás aquello que sientas en tu interior. Si el odio encuentra acogida en tu corazón, percibirás un mundo temible, atenazado cruelmente por los huesudos dedos y las afiladas garras de la
muerte. Mas si sientes el Amor de Dios dentro de ti, contemplarás un mundo lleno de compasión y amor». UCDM Lección 189, párrafo 5

Entrenando nuestra mente a diario como nos enseña UCDM, dejamos atrás las ilusiones de separación del ego y recordamos la eterna unidad con el amor de Dios.
Lo que realmente deseamos de corazón es la Unidad con Dios:
Tú anhelas estar con Él, tal como Él anhela estar contigo. Esto es eternamente inalterable. Acepta, pues, lo inmutable.  UCDM, Cap 14.V.1:5-7

domingo, 11 de agosto de 2019

CULPA y MIEDO: el gran engaño del ego

El PECADO, LA CULPA y EL MIEDO
Por Kenneth Wapnick. Introducción Básica a Un Curso de Milagros

Hay tres ideas claves para comprender el sistema de pensamiento del ego.
Son las piedras angulares de todo el sistema y estas son:
  • pecado,
  • culpa y
  • miedo.
Cuando veas la palabra «pecado» en el Curso siempre la podrás substituir por la palabra «separación» porque las dos palabras son lo mismo.

El pecado del cual nos sentimos más culpables, y que es la fuente de toda nuestra culpa, es el pecado de nuestra creencia en una separación de Dios.
El Curso hace referencia a ello en la primera parte del capítulo dos del texto (T-2.I.3-4).
Así que el inicio del ego es la creencia de que nos hemos separado de Dios, y esto es lo que es el pecado: la creencia de que nos hemos separado de nuestro Creador y hemos establecido un yo que está separado de nuestro verdadero Ser.
El Ser es sinónimo de Cristo. Cada vez que veas la palabra en mayúsculas «Ser» la puedes substituir por la palabra «Cristo«.
Creemos que hemos establecido un ser (con s minúscula ) el cual es nuestra verdadera identidad, y este ser es autónomo de nuestro Ser real y de Dios.
Aquí se inició todo el problema en el mundo: la creencia que somos individuos separados de Dios.
Una vez creamos que hemos cometido este pecado, o una vez creamos que hemos cometido cualquier pecado, psicológicamente es inevitable que nos sintamos culpables de lo que creemos que hemos hecho. En cierto sentido la culpa se puede definir como la experiencia de haber pecado.
Así que básicamente podemos considerar el pecado y la culpa como sinónimos una vez que creemos que hemos pecado es imposible que no creamos que somos culpables y sintamos lo que se conoce como culpa.
Cuando Un curso de milagros habla de culpa utiliza la palabra en forma distinta a cómo se usa comúnmente, casi siempre con la connotación de que me siento culpable de lo que he hecho o no he hecho. La culpa siempre va junto con cosas específicas de nuestro pasado. Pero estas experiencias conscientes de culpa son sólo como la punta de un TÉMPANO DE HIELO.
Si piensas en un TÉMPANO DE HIELO, debajo de la superficie del mar está la MASA ENORME que representaría lo que es la CULPA .
La culpa es realmente la suma total de nuestros sentimientos, creencias y experiencias negativas que hayamos tenido sobre nosotros mismos. Así que la culpa puede ser cualquier forma de odio o rechazo a uno mismo; sentimientos de incompetencia, fracaso, vacío; sentimientos de que nos falta algo o de que carecemos de algo o de que algo está incompleto.
La mayor parte de esta culpa es inconsciente; es por esto que el ejemplo DE UN TÉMPANO DE HIELO ES TAN ÚTIL. La mayoría de estas experiencias de cuán podridos realmente creemos que estamos están DEBAJO DE LA SUPERFICIE DE NUESTRA MENTE CONSCIENTE que, por supuesto, las hace virtualmente inaccesibles a nosotros.
La fuente fundamental de toda esta culpa es la creencia de que hemos pecado contra Dios al separarnos de El. Como resultado, nos vemos separados de todos los demás y de nuestro Ser.
Tan pronto nos sentimos culpables es imposible no creer que seremos castigados por las cosas terribles que creemos haber hecho y lo terrible que creemos que somos.
Tal como enseña el Curso, la culpa siempre exigirá castigo.
Una vez que nos sentimos culpables creemos que debemos ser castigados por nuestros pecados. Psicológicamente no hay forma de evitar ese paso. Entonces nos da miedo.
Todo miedo, no importa lo que nos parezca que es su causa en el mundo, surge de la creencia que debo ser castigado por lo que he hecho o no he hecho.
Entonces me da miedo de lo que será el castigo. Puesto que creemos que el objeto final de nuestro pecado es Dios, contra Quien hemos pecado al separarnos de El, entonces creemos que será Dios Mismo Quien nos castigará.
Cuando lees la Biblia y te encuentras con todos esos terribles pasajes donde se menciona la ira y venganza de Dios, de aquí es de donde surgen.
No tiene nada que ver con Dios como El es, PUESTO QUE DIOS ES SOLO AMOR. Sin embargo, todo tiene que ver con las PROYECCIONES de nuestra propia culpa hacia El.
No fue Dios Quien expulsó a Adán y Eva del Jardín del Edén; fueron Adán y Eva quienes se
expulsaron a ellos mismos del Jardín del Edén.
Tan pronto creemos que hemos pecado contra Dios, cosa que TODOS creemos, también
tenemos que creer que Dios nos castigará.
El Curso habla sobre los cuatro obstáculos hacia la paz, y el último obstáculo es el miedo a Dios (T 19.IV D).
Lo que hemos hecho, desde luego, es que al tenerle miedo a Dios hemos cambiado al Dios de Amor en un Dios de miedo: un Dios de odio, castigo y venganza.
Y esto es justamente lo que el ego quiere que hagamos.
Una vez que nos sentimos culpables, no importa de dónde creamos que proviene la culpa, también estamos creyendo no sólo que somos culpables sino que Dios nos va a matar.
Así Dios, Quien es nuestro Padre amoroso y nuestro único Amigo, se convierte en nuestro enemigo.
Y vaya enemigo, sobra decirlo.
Repito, este es el origen de las CREENCIAS que se encuentran en la Biblia, o en cualquier otro lugar, de que Dios es un Padre castigador. Creer que El lo es, es atribuirle las mismas cualidades del ego que tenemos.
Como dijo Voltaire, «Dios creó al hombre a Su semejanza, y luego el hombre le devolvió el cumplido«.
El Dios que creamos es realmente la imagen de nuestro propio ego.

Para meditar
LECCIÓN 223:
Dios es mi vida. No tengo otra vida que la Suya.
Estaba equivocado cuando pensaba que vivía separado de Dios, que era una entidad aparte que se movía por su cuenta, desvinculada y encasillada en un cuerpo. Ahora sé que mi vida es la de Dios, que no tengo otro hogar y que no existo aparte de Él. Él no tiene Pensamientos que no sean parte de mí, y yo no tengo ningún pensamiento que no sea de Él.
Padre nuestro, permítenos contemplar la faz de Cristo en lugar de nuestros errores. Pues nosotros que somos Tu santo Hijo somos incapaces de pecar. Queremos contemplar nuestra inocencia, pues la culpabilidad proclama que no somos Tu Hijo. Y no queremos seguir relegándote al olvido, pues nos sentimos solos aquí y anhelamos estar en el Cielo, que es nuestro hogar. Queremos regresar hoy. Nuestro Nombre es el Tuyo, y reconocemos que somos Tu Hijo.

sábado, 10 de agosto de 2019

¿Qué sucede cuando un ser querido parece morir?

BY MARÍA GUADALUPE BUTTERA BLOG, NUESTRA VIDA EMOCIONAL

De repente te sientes separado.
Así me sucedió cuando mi madre desencarnó. Comencé a sentir angustia, producto de pensamientos locos y obsesivos, tal como mi madre me contaba que tenía. Yo no comprendía lo que ella me decía de estos pensamientos de muerte, pues todo parecía estar bien en su vida. Hasta que al fallecer mi madre, comencé a sentir yo misma lo que ella no pudo resolver en vida. Y surgieron estos pensamientos agobiantes, y gracias a estar atenta con lo que sucede en mi interior, pude pedir guía para saber qué hacer con ello.
Así fue que recibí la comprensión de volver a estudiar Un Curso de Milagros, para entrenar la mente a discernir claramente lo ilusorio de lo real, la fantasía del ego y el Amor que ya somos.
Gracias a ello, volvió la paz interior a mí. Cada día entreno la mente a través de la lectura de las lecciones diarias y el texto que vaya recibiendo a modo de intuición. Una labor perseverante que surge como necesidad de salir de la mente loca del ego que me hacía pensar más en la muerte que en la vida eterna. Una manera simple de observar la oscuridad y llevarla a la luz para que sea disipada; con la certeza que yo no soy esa oscuridad, sino que se trata de distorsiones de ese sistema del ego que nos hace creer que estamos separados de la Fuente y de los otros; y que somos solo un cuerpo que al morir nada queda. Eso no es real! somos eternos!
El curso nos recuerda que «No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó». Todos venimos de la misma Fuente Original: ese Espíritu Divino, Infinito y Eterno. Entonces ¡no estoy separada de esa parte del Ser Uno que somos que ha asumido el rol de madre en este plano! ¡Mi madre no ha muerto! solo ha abandonado el traje que usó para experimentar en este plano concreto, pero seguimos unidos siempre, en la eternidad, en el Amor.
La muerte de un ser querido como es nuestra madre o nuestro padre, nos remite a la falsa idea de estar separados de la Fuente de Vida, lo cual no es real! nunca nos separamos, solo olvidamos esa conexión eterna, esa Unidad de nuestro Ser con el Amor del Creador.

Recuerdo una mujer que se sentía alejada del amor, y cuando profundizamos juntas, sale su dolor por el fallecimiento temprano de su padre a sus 15 años de edad. Ella sintió abandono y proyectó ese abandono a Dios, sintiéndose abandonada por Él. ¡Lo cual no es real! pero estas distorsiones necesitamos mirarlas de frente para poder desmantelarlas. De esto se trata cuando decimos "llevar la oscuridad a la Luz".
Gracias Padre por guiarnos de regreso a ti, por ayudarnos a recordar que no somos un cuerpo, y que aquí y ahora podemos elegir la Paz uniendo nuestra voluntad a Tu Voluntad.
Si Padre🙏, Gracias 💖
DIOS ESTÁ CONMIGO. VIVO Y ME MUEVO EN ÉL. Lección 222 UCDM
Tu ser querido NO ha muerto, la muerte no existe. Solo dejó su cuerpo pero su Espíritu es Uno con el Creador, con Todos desde el Amor que somos. 🙏 Gracias Gracias Gracias ! 🙏
Puedes dejarlo seguir su camino de retorno al amor expresando a ese ser que desencarnó:
Sigue la Luz🌟 🙏Gracias Gracias Gracias 🌷
Sigue la Luz 🌟🙏Gracias Gracias Gracias 🌷
Sigue la Luz 🌟🙏Gracias Gracias Gracias 🌷
«La muerte es un símbolo de tu separación ilusoria de Dios. 
¿Qué sucede cuando un ser querido parece morir? 
De repente te sientes separado.
Parece que lo pierdes, de la misma forma en que parece que perdiste a Dios. Pero no es real.
No puedes realmente perderlos de la misma manera en que no puedes perder a Dios. Tú eres inseparable. 
Lloras cuando un cuerpo que amas parece morir, pero tal como enseña el Curso: “es realmente tu experiencia de Dios y del Cielo lo que pierdes». 
Gary Renard, del libro La Desaparición del Universo.
– En el link https://despertarycrecer.blogspot.com/2019/04/ucdm.html comparto material sobre UCDM.