Por Louise Hay
Siempre insisto en la importancia del trabajo con el espejo para descubrir la causa de un problema que nos impide amarnos.
Hay varias formas de llevar a la práctica este trabajo. A mi me gusta mirarme al espejo tan pronto como me levanto; es lo primero que hago por la mañana, y me digo:
"Te amo. ¿Qué puedo hacer por ti hoy? ¿Cómo puedo hacerte feliz?"
Escucha tu voz interior y actúa en consecuencia.
Puede que al principio no oigas nada, porque estás tan acostumbrad@ a reprenderte que no sabes cómo responder con un pensamiento amable y cariñoso.
Si durante el día te sucede algo desagradable, ve al espejo y di: "Te amo de todas maneras".
Los acontecimientos vienen y van, pero el amor que sientes por ti permanece, y es la cualidad más importante que posees.
Si te sucede algo fantástico, ve al espejo y di: "GRACIAS". Agradécete a ti misma/o la experiencia maravillosa que te has creado.
Mírate a ti mism@ y te dices:
"Te amo. ¿Qué puedo hacer por ti hoy? ¿Cómo puedo hacerte feliz?"
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