domingo, 18 de agosto de 2013

El cuerpo habla lo que la boca calle

Todo lo que no expresamos el cuerpo, tarde o temprano, nos lo devuelve con dolores físicos y enfermedad. 
Cuando tomamos contacto con la emoción que hemos reprimido, lo lloramos, lo expresamos, lo gritamos, el cuerpo ya no necesita manifestarse. 

Ejercicio para sanar lo no resuelto de nuestra historia
Respiras conscientemente, te conectas con tu interior e invocas el Espíritu de Dios.
 Te ubicas en el momento presente de tu vida, mirando hacia adelante, muy centrado/a, sintiendo y percibiendo las sensaciones de todo tu cuerpo.
Luego das muy lentamente unos pasos hacia atrás, y sigues conectado con lo que sientes en tu cuerpo. Si en algún momento te sientes mal, o sin fuerzas, quédate ahí y permítete sentir profundamente lo que surja, mientras respiras conscientemente e invocas al Espíritu de Dios que te dé la fuerza necesaria para sanar ese dolor que quedó pendiente en tu vida. Quizás aparezcan algunas imágenes, recuerdos, ganas de llorar, o no.
Permaneces en ese lugar, sintiendo profundamente, respirando conscientemente y orando con mucha devoción, respeto y humildad hasta que sientas que te tranquilizas.
Cuando te sientas liberado, puedes dar pasos hacia adelante como regresando al momento presente de tu vida. Si lo consideras necesario, o que algo en tu vida quedó pendiente de ser mirado y elaborado, puedes realizar el ejercicio nuevamente dejando pasar unos días.
Link relacionado:

No hay comentarios:

Publicar un comentario